Oposición falangista al franquismo

En 1942, el falangista Juan José Domínguez fue fusilado por una disputa frente a la Basílica de Nuestra Señora de Begoña entre carlistas y falangistas, en la que se intentó atentar contra altos mandos del régimen , donde estaba presente el general Varela.

[4]​ Tras este hecho, Franco aprovechó para apartar del Gobierno a las figuras más identificadas con la Falange.

[8]​ Dentro del grupo de Burgos podemos encontrar a poetas como Luis Felipe Vivanco y Luis Rosales, novelistas como Gonzalo Torrente Ballester y filósofos como Pedro Laín Entralgo (el intelectual orgánico del grupo) o Eugenio D'Ors.

[9]​ A partir de 1951, con Joaquín Ruiz-Giménez a la cabeza, el grupo se reactiva de nuevo, buscando esta vez una agitación cultural, entrar en los círculos disidentes estudiantiles y defender el programa social nacional-sindicalista entre los jóvenes.

No lo conseguirían, cosa que sí harían más tarde los comunistas basándose en Gramsci.

Busca una renovación de los símbolos e ideas nacional-sindicalistas, es por ello que rechaza la camisa azul y el emblema de las flechas con el yugo, adoptando una bandera negra con una espiral roja en el centro.