Opus interrasile («obra calada»)[1] es una técnica de metalurgia perforada desarrollada desde el siglo III a. C., y muy popular en la joyería bizantina.
Fue desarrollado y popularizado en la antigua Roma, donde los trabajadores metalúrgicos lo usaron para hacer arabescos y otros diseños similares.
La técnica consiste en perforar agujeros en el metal para simular patrones de celosía, joyas de oro caladas, etc.
Los patrones a menudo se dibujaban en el metal, y luego se usaban varias herramientas para eliminar los trozos no-deseados.
La técnica puede denominarse más genéricamente como trabajo calado o perforado.