Solo ciertas razas de perro sufren otectomía, entre las cuales el pitbull, el doberman pinscher, el schnauzer, el gran danés, el bóxer y el mastín italiano.
Todas estas prácticas que hoy se consideran crueles, otrora servían para el divertimento humano.
[6] Según una descripción, la otectomía se realizaba cuando los cachorros eran destetados, aproximadamente a las seis semanas.
[9] Históricamente, la otectomía se ha defendido como «beneficioso para la salud» de ciertas razas con orejas largas y colgantes.
La forma erecta dirige las ondas sonoras hacia el canal auditivo y, además, amplifica ligeramente el sonido.
Las pinnas largas y colgantes también imponen una barrera física a las ondas sonoras que ingresan al canal auditivo.
[11] En el último siglo más o menos, la otectomía se ha venido realizando mayormente con fines estéticos.
Sin embargo, muchos concursantes de estas exposiciones aseguran que «suspenderían la práctica por completo» si aun así pudieran «ganar el ring (competición)».
[15] La otectomía todavía se practica ampliamente en los Estados Unidos y partes de Canadá, con aproximadamente 130 000 cachorros anuales solo en los EEUU.
La posición del American Kennel Club (AKC) es que tanto la caudectomía como la otectomía son «prácticas aceptables integrales para definir y preservar el carácter de la raza de perro y/o mejorar su salud salud».
No ha habido un estudio comparativo científico de la comunicación del oído en perros con y sin otectomía.
[24][25] Tres asociaciones veterinarias provinciales tienen prohibiciones únicamente sobre otectomía: Manitoba, Columbia Británica y Saskatchewan.