En 1994 el gobierno de Gqozo se negó a participar en las primeras elecciones multirraciales de Sudáfrica amenazó con boicotear el proceso, pues estas elecciones implicaban la disolución de Ciskei y su incorporación al resto del territorio, lo que significaba la pérdida del poder en la forma en que Gqozo lo conocía.
Los empleados del gobierno en el territorio, se declararon en huelga pues el gobierno de Gqozo les había asustando diciéndoles que una vez incorporados a Sudáfrica perderían sus trabajos y pensiones.
Gqozo inicialmente pensaba que el caos le ayudaría en aislar a Ciskei del proceso.
Sin embargo Gqozo no calculó bien el nivel de "susto" que transmitió a los empleados públicos.
En la actualidad Gqozo vive en la misma casa, la cual después del fuego se encuentra prácticamente en ruinas.