[2] La patulina se ha encontrado en micromicetos de los géneros Aspergillus, Byssochlamys, Gymnoascus, Paecilomyces y Penicillium, aunque ahora se han añadido a la lista algunas cepas de Mucor y algunos deuteromicetos.
[4] La patulina puede detectarse tanto en piensos para animales como en verduras, cereales y frutas destinados al consumo humano.
[4] Los hongos productores de micotoxinas infectan frecuentemente especies vegetales, inutilizándolas para el consumo humano y animal.
Se presenta como un sólido blanco, cristalino, con un punto de fusión entre 105 y 108 °C.
[12] Su detección se suele basar en cromatografía líquida de alta resolución en capa fina, o en métodos inmunoanalíticos.
[14] En Penicillium expansum, la producción se incrementa durante los 12 primeras días, para disminuir a continuación.
[13] Esto es debido a que por la vía digestiva, la sustancia se absorbe en el intestino delgado y pasa por el hígado, donde tiene lugar una destoxificación (destrucción) del compuesto.
Todos los extractos que se usaron en ese estudio revelaron altos niveles de patulina.
[16] Se han descrito numerosos efectos tóxicos en animales vertebrados: Otros estudios han puesto de manifiesto que la patulina produce hiperemia, congestión y lesiones hemorrágicas, especialmente en el tracto digestivo; así como náuseas y vómitos.