Pedro García Ferrer (Alcorisa, 1583-Toledo, 1660) fue un pintor y sacerdote español del barroco.
Según las noticias proporcionadas por Jusepe Martínez, se formó como pintor inicialmente en Valencia y luego en Madrid.
[1] En 1630 se le documenta en Segorbe donde se retó con Vicente Castelló a pintar una Historia de los Santos Inocentes en competencia, obligándose el perdedor a pagar cincuenta libras al vencedor.
Pasó luego a Toledo, al servicio del cardenal Baltasar Moscoso y Sandoval, arzobispo de Toledo, para trabajar en la sede catedralicia donde se le documenta en enero de 1659 cuando cobró por dos pinturas que estaba haciendo para la entrada del Ochavo.
La obra presenta la imagen del martirio de San Lupercio contemplada por don Lupercio Xaureche y Arbizu como orante y donante del retablo.