El prior Pedro Vélez de Guevara (Toledo, 1529/1530 – Sevilla, 1591) fue un humanista, jurista, erudito y filósofo que desempeñó un papel muy importante en la cultura sevillana de la segunda mitad del siglo XVI.
En 1570 afianza su posición con el cargo de canónigo doctoral, que mantendría hasta su muerte.
[4] Una personalidad como Vélez de Guevara, descendiente de familia preclara, exquisitamente educado e inmejorablemente relacionado, tenía una proyección natural que trascendía el marco sevillano.
[5] Dejó un hijo natural, al que reconoció y educó con esmero.
Su lauda sepulcral se ha conservado gracias a que fue copiada por el racionero Porras de la Cámara.
Sirvan de muestra estos fragmentos: ¡Oh, qué curiosidad tan escusada,[8]qué necio secadero de cabeza,no ver ni conocer lo que tenemospresente y lo tocamos con las manos,y fatigarnos por lo ya pasado,que es imposible ya que no haya sido,y levantar figuras sin juicio,sin sentido, sin lengua, que nos diganlos bienes y los daños venideros,para llorar el mal antes que vengao estar colgados de esperanzas vanas!Señor Herrera, llegados son los díasen que se publicó la buena nuevade paz al mundo y vida a los mortales:¡afuera melarquías, cuidados tristes,dad lugar al contento y alegría!
[vv. 16-31][...]Las guitarras y harpas y tonadasque salen cada día de mil suertes(si bien para el primor de vuestro gustoson cosas baladíes, de poco precio),no me neguéis que rascan los oídosy se sienten cosquillas en oírlasque a los más mesurados alborozan.Bástenle a cada tiempo sus zozobras;meted los buenos días en vuestra casa;procurad alcanzar el buen bocado,el vino sin adobo, trasañejo,la mesa limpia, cama perfumada.Y si se tarda el agua, si la flotainvierna y se detiene en La Habana;si arman, si desarman los Ingleses;si Bretaña nos quiere o no nos quiere,¿qué podéis vos hacer a todo eso?
Otras amistades deben remontar al periodo salmantino, como el biblista Juan del Caño (1521-1538).
De diffinitione doli mali, liber singularis (“Seis libros sobre la ley primera del Digesto.
Libro único sobre la definición del ‘dolo malo’”; Salamanca, Matías Gast, 1569).
También escrita en latín, consiste en la publicación conjunta de los tres tratados jurídicos expresados en el título.
Escrito en castellano (pese al título que ostenta), se nos ha transmitido en una copia manuscrita conservada en la Biblioteca Nacional de Francia.
Es, como se ha indicado antes, una epístola poética de ochenta versos, en endecasílabos blancos, dirigida al poeta Fernando de Herrera, con consejos para vivir la vida felizmente.
Se trata de una colección de cincuenta y ocho misivas (cincuenta escritas por Vélez; el resto, dirigidas a él), todas en latín, escritas entre 1566 y 1590.
Antonio (1783-1788), Nicolás, Bibliotheca Hispana Nova, Madrid, Joaquín de Ibarra, 2 vols.
Cobos, Mercedes (1997), “Una epístola censoria inédita del humanista sevillano Pedro Vélez de Guevara al Divino Herrera”, Indiana Journal of Hispanic Literatures, 10-11 , pp.
381-394 Pozuelo Calero, Bartolomé (2015), “El epistolario latino perdido de Pedro Vélez de Guevara y su valor documental”, en J. M. Maestre Maestre et al., Humanismo y pervivencia del Mundo Clásico.
Homenaje al profesor Juan Gil, Alcañiz–Madrid, Instituto de Estudios Humanísticos–CSIC, vol.