Pedro Valverde y Lara

Fue parte de la conspiración de la Reforma haitiana que promovía Charles Rivière-Hérard y se opuso a las intrigas del sector boyerista, que intentaba desvirtuar el movimiento revolucionario sembrando discordia y temores infundados, como el rumor de que la Reforma haitiana buscaba esclavizar a los negros.

Se unió al movimiento independentista dominicano liderado por el partido de Juan Pablo Duarte y, durante la persecución liderada por el presidente haitiano Hérard, fue arrestado junto con otros patriotas y encarcelado en la Torre del Homenaje en julio de 1843.

En 1848, el teniente coronel Valverde formó parte de la comitiva que acompañó al presidente Manuel Jimenes en su visita a las provincias del Cibao, con el objetivo de disipar las malas impresiones sobre el cambio político tras la renuncia del general Pedro Santana y atraer a algunos leales del régimen anterior.

Su participación en las campañas militares por la independencia le permitió alcanzar el rango de coronel.

Días después, Valverde regresó al país junto con Santana, arribando a Puerto Plata.

Valverde formó parte de la comisión que presentó este manifiesto a Santana, quien aceptó sus principios.

[3]​ Tras la anexión del país a España en 1861, Valverde fue alistado en las reservas dominicanas con el grado de general.

La opinión pública lo consideraba un instigador de la revolución en la capital y se le veía como desafecto a España.

Para cuando tuvo lugar la batalla de Arroyo Bermejo, Santana apenas contaba con dominicanos entre sus filas.

A su regreso en 1865, Valverde intentó acercarse al presidente Pedro Antonio Pimentel, quien lo recibió con frialdad.

Posteriormente, junto a destacados militares como los generales Marcos Evangelista Adón, José María Cabral y Eusebio Manzueta, impulsó una insurrección que culminó con la destitución de Pedro Pimentel y el ascenso del general José María Cabral al poder bajo el título de Protector.

En mayo de 1866, Valverde se unió al levantamiento contra la tercera administración del presidente Báez, formando una alianza con los generales Gregorio Luperón, Pimentel y Federico de Jesús García, caudillos del Partido Azul.

Juntos, estos tres generales azules asumieron el poder mediante un Triunvirato tras derrocar a Báez en un golpe de Estado.

[8]​ Valverde, firme en su oposición a la política de la cuarta administración del presidente Báez durante la guerra de los Seis Años (1868-1874), enfrentó la cárcel y el destierro, pero nunca claudicó en su lucha contra ese régimen.

Estos generales dominicanos habían sido acogidos por los haitianos Héctor y Louis Tanis, lugartenientes de Nissage Saget.

Paralelamente, Cabral aseguraba al representante estadounidense en Haití que no se opondría a la anexión dominicana por parte de Estados Unidos, siempre que se garantizara la inclusión de su facción en el proceso político.

Valverde y Lara de medio cuerpo. Uno de sus rasgos más notorios era su prominente barba, que no pasaba desapercibida. Su barba era tan distintiva que, incluso en 1856, durante las cantaletas cantadas por el partido de los baecistas, se hizo alusión a ella: «El pobre Pedro Valverde
con su barba colorá,
se está muriendo de pena
porque no puede robar». [ 5 ]
Valverde y Lara de cuerpo entero.