Aunque no es muy extenso, su cercanía al mar hace que sea pródigo en accidentes geográficos de gran interés.
[2] Esta formación caliza se extiende por Asturias, León y Cantabria, y en ella destacan sus alturas, en muchos casos por encima de los 2500 m s. n. m., por lo cerca que se encuentran del mar Cantábrico, pues en su punto más septentrional apenas distan 15 kilómetros del mar.
[4] En la Ora Marítima, una obra de Rufo Festo Avieno que recoge el Periplo massaliota del 530 a. C., ya se describe cómo los navegantes que pasaban por la costa cantábrica hacia Bretaña distinguían estos montes, a los que se ha identificado con el «septentrión nevado» del poema.
[cita requerida][6] Existen numerosas teorías sobre por qué recibieron su nombre los Picos de Europa.
Sea como fuere, la realidad es que se desconoce a ciencia cierta la razón, máxime si se tiene en cuenta que los habitantes de las comarcas próximas las llaman simplemente Picos.
Los distintos macizos vienen definidos por los ríos que los escoltan y atraviesan.
El Cares separa los macizos del Cornión y los Urrieles, y, más al este, el Duje separa estos del macizo de Ándara.
Administrativamente, estas montañas están enclavadas en tres comunidades autónomas distintas: el Principado de Asturias, Cantabria y Castilla y León (provincia de León).
De entre éstas destacan hacia el norte (entre la Bermeja y la Peña Santa) montes como las torres del Cotalbín, la punta Extremera, el Cuetalbo y, más al oeste, los Altos del Verde.
Todas estas elevaciones se acercan a los 2200 m de altitud.
Situado entre los valles excavados por los ríos Cares y Duje se halla el macizo Central, sin duda el más agreste y vertical de Picos de Europa.
Para encontrarlo hay que dirigirse al este, al corazón de los Urrieles, hacia el Naranjo de Bulnes o Picu Urriellu, auténtico símbolo de la montaña asturiana y lugar donde se han escrito, desde su conquista en 1905, las más bellas páginas del alpinismo español.
Empezando por el norte siguiendo el sentido de las agujas del reloj aparecen la torre del Carnizoso (2332 m), la torre del Oso (2461 m), el Risco Víctor y, a través de la llamada falsa collada Bonita, la aguja de los Martínez (2422 m) desde donde se desciende hacia la Collada Bonita (2382 m), lugar privilegiado para observar la cara sur del Picu.
De norte a sur, comienza con el Murallón de Amuesa que rápidamente va ganando altura hasta configurar las primeras cumbres, como son los cuetos del Trave (2253 m el más alto) y, tras sobrepasar la collada del Agua, el pico de Dobresengros (2395 m).
Es además un privilegiado lugar para observar el macizo de las Peñas Santas.
Finalmente, la torre de la Párdida (2596 m), cima que ofrece espectaculares vistas tanto a la cara oeste del Naranjo de Bulnes como a Torrecerredo y, más allá, al Cornión.
Partiendo de la zona sur del área anterior, es decir, del Tiro del Oso, y siguiendo la divisoria astur-leonesa, se levantan los picos Arenizas, triple cumbre cuya mayor altura alcanza los 2515 m. Siguiendo esta trayectoria hacia el sur de los Urrieles aparece el estilizado y piramidal pico Tesorero (2570 m), relevante por su belleza y peculiar por ser el punto donde confluyen las tres provincias que comparten el territorio de los Picos de Europa, esto es, Asturias, Cantabria y León.
En la parte oeste, muy cerca del río Cares, destaca la aguja de María del Carmen, que es seguida por el Borracho, la Cantadota y la Torre de las Mojosas.
Más al este se accede a la canal de la Cabida o Chavida (2160 m), que separa el área del Friero del central, presidido por la Torre de Salinas (2446 m).
Su principal eje se extiende de suroeste a noreste, dividiéndose en dos vertientes en el punto donde se concentran sus mayores alturas, en torno al Circo de Ándara.
Es fácil encontrar también las abundantes bocaminas, algunas de ellas obstaculizadas para evitar la entrada del ganado a las mismas.
La primera alineación de montañas que se observa por el sur son las Cumbres Avenas.
Siguiendo la alineación suroeste-noreste aparecen en primer lugar las Picos de Cámara (2050 m), seguidos del pico Pozán (2188 m), también conocido como el Jiso, cuya arista sureste conforma el itinerario de escalada más importante del Macizo de Ándara.
Siguiendo del pico Valdominguero hacia el norte están las picas del Jou sin Tierre (2159 m, la más alta de las dos), el cuetu Tejau (2129 m), el picu Boro, el cuetu los Clabreros y, finalmente, la pica de Fuente Soles, que va a dar al Jito de Escarandi, límite septentrional del macizo de Ándara.
Asimismo la gran variedad de quesos elaborados en las diferentes comarcas, como Picón, Cabrales, Gamonéu, Liébana y Valdeón.
Su presencia en las zonas más elevadas de los macizos resulta tan espectacular como sorprendente es su agilidad en un terreno tan difícil, pues es el único que osa aventurarse en los Picos hasta sus zonas más altas.
Destacan especies del género Sedum y Saxifraga entre las grietas de las rocas.
Estos pastores han usado durante años esta zona montañosa sin afectar a su estructura, realizando también actos de rescate cuando algunos montañeros resultaban heridos.
Por todo esto, el jurado de los Premios decidió entregarle este reconocimiento hace ya 29 años.