Plaza Redonda

Tiene una singular forma redonda, con cuatro entradas en los puntos cardinales.

Tiene un acceso principal desde la calle de San Vicente Mártir, en donde esta desemboca en la plaza de la Reina; las otras entradas dan a las calles estrechas que la rodean por todos los lados.

En efecto, la plaza está cerrada por todos sus extremos por casas y por tanto la plaza se hace invisible hasta que se accede a su interior.

Las casas forman una pared ininterrumpida, de color amarillo, que da toda la vuelta a la plaza y produce un cilindro alargado de cuatro plantas de altura.

A pesar de la mala comunicación que esto podría suponer para la plaza, cabe decir que se encuentra a pocos pasos del Mercado Central y por tanto hay un importante movimiento de personas entre este primero y la plaza de la Reina, y este movimiento pasa justamente por la entrada de la plaza.