Pluma y Pincel

Bajo la dirección de su fundador, Gregorio Goldemberg, se editaron cuarenta y un números, que contaron con destacados colaboradores, tales como Alfonso Calderón, Jorge Marchant Lazcano, Marco Antonio Moreno y Floridor Pérez, entre otros.

Los artículos y entrevistas abordaron la actividad cultural tanto de Chile como del resto de América, prestando especial atención al quehacer literario y plástico.

Pese a estas dificultades, la revista se mantuvo vigente, pero cambió su equipo de trabajo: en 1986 Cecilia Allendes Ossa asumió como directora adjunta y la periodista Faride Zerán como subdirectora.

Durante esta segunda etapa, junto con cambiar el formato, la línea editorial se inclinó hacia temáticas feministas, incorporando además secciones misceláneas y abriendo más espacios a la literatura, área que quedó a cargo de Poli Délano.

Una vez que Patricio Aylwin Azócar asumió la Presidencia de la República, Pluma y Pincel comenzó una nueva etapa.