Por el humo se sabe dónde está el fuego

Con un claro contenido nacionalista, buscaba presentar una alternativa al teatro cantado en italiano, de forma similar a como el singspiel había ofertado obras musicales en alemán.

Ya con anterioridad había adaptado Entre bobos anda el juego para dar lugar a Don Lucas del Cigarral.

[2]​ Lucindo recita en el segundo acto los siguientes versos: ¡Qué mal se cura el amor con intenciones!¡Qué vano error sobresanar la herida,si en las muertas cenizas escondidala viva lumbre al corazón le pones!

¿Qué importa que se muera un hombre?, ¡oh, cielos!de pesadumbres del amor cansado,si con sus voces le despiertan celos.

En Doña Francisquita quiso realizar una música que enlazase con las tonadillas del siglo XVIII, pero su orquestación estaba muy marcada por la ópera y el sinfonismo europeos.