Por ejemplo, al predecir cómo eventos como ganar la lotería podrían afectar su felicidad, es probable que las personas sobreestimen futuros sentimientos positivos, ignorando otros factores que podrían contribuir a su estado emocional fuera del evento de la lotería.
[1] Si bien pueden producirse errores en los cuatro componentes, la investigación indica abrumadoramente que las dos áreas más propensas a sesgos, generalmente en forma de sobreestimación, son la duración y la intensidad.
[3][6][7] Es decir, analizan el pronóstico como un proceso de dos pasos, que abarca una predicción actual y un evento futuro.
Cuando se producen errores durante todo el proceso de pronóstico, las personas son vulnerables a los prejuicios.
[11][12] Los hallazgos en los pronósticos afectivos han estimulado debates filosóficos y éticos, por ejemplo, sobre cómo definir el bienestar.
La evidencia más reciente y conflictiva sugiere que el sesgo de intensidad en el pronóstico afectivo puede no ser tan fuerte como lo indica la investigación previa.
Algunos estudios abordan específicamente el "sesgo de durabilidad", la tendencia a sobreestimar el tiempo que durarán las respuestas emocionales futuras.
Los psicólogos han propuesto que eventos sorprendentes, inesperados o improbables causan una reacción emocional más intensa.
La forma en que las personas intentan dar sentido a la situación puede considerarse una estrategia de afrontamiento generada por el cuerpo.
El estudio encontró que un pequeño regalo produjo mayores reacciones emocionales cuando no estaba acompañado de una razón que cuando lo estaba, posiblemente porque la razón facilitaba el proceso de dar sentido, atenuando el impacto emocional del regalo.
Esto muestra que las personas continuamente hacen pronósticos inexactos porque no tienen en cuenta su capacidad para hacer frente y superar los eventos emocionales.
Para establecer aún más el papel causal de la regulación emocional proactiva en este fenómeno, los participantes en otro estudio leyeron los mismos materiales y se les animó a reducir o experimentar sus emociones.
[31] La investigación sugiere que las personas tienden a exagerar aspectos de la vida al centrar su atención en ella.
En este caso, concentrarse en la diferencia fácilmente observada en el clima tuvo más peso para predecir la satisfacción que otros factores.
Hay muchos otros factores que podrían haber contribuido al deseo de mudarse del Medio Oeste, pero el punto focal para sus decisiones fue el clima.
Un estudio exitoso les pidió a las personas que imaginaran cuán feliz sería un ganador de la lotería y un paciente con VIH recientemente diagnosticado.
[34] Los economistas a menudo citan el descuento del tiempo como una fuente de predicciones erróneas sobre la utilidad futura.
Debido a esto, las personas no se dan cuenta de que cometieron un error en sus predicciones, y luego continuarán pronosticando situaciones similares en el futuro.
[39] Por ejemplo, cuando se les pide que imaginen cómo sería un "buen día" para ellos en el futuro cercano, las personas a menudo describen eventos positivos y negativos.
Sin embargo, cuando se les pide que imaginen cómo sería un "buen día" para ellos dentro de un año, la gente recurre a descripciones positivas más uniformes.
Los efectos de encuadre, el contexto ambiental y la heurística (así como los esquemas) pueden afectar la forma en que un pronosticador conceptualiza un evento futuro.
Visión general El sesgo de proyección es la tendencia a proyectar falsamente las preferencias actuales en un evento futuro.
La aplicación de esta solución se extiende más allá del mercado en otros campos como la política.
Así, economistas como Daniel Kahneman, han incorporado diferencias entre pronósticos afectivos y resultados posteriores en los tipos de utilidad correspondientes.
El pronóstico afectivo puede hacer que los consumidores confíen en los sentimientos asociados con el consumo en lugar de la utilidad del bien mismo.
El pronóstico afectivo proporciona un desafío único para responder la pregunta sobre el mejor método para aumentar los niveles de felicidad, y los economistas se dividen entre ofrecer más opciones para maximizar la felicidad, en lugar de ofrecer experiencias que contengan una utilidad más objetiva o experimentada.
La negligencia inmunológica puede conducir a una subestimación de daño emocional futuro, y por lo tanto resulta en sentencias inadecuadas.
[72] Este debate captura la tensión entre el énfasis de la medicina en proteger la autonomía del paciente y un enfoque que favorece la intervención para corregir los sesgos.
Ser consciente ayuda al individuo a comprender que actualmente puede sentir emociones negativas, pero los sentimientos no son permanentes.
Actuar con conciencia requiere evaluar cómo los individuos tienden a las actividades actuales con cuidadosa consideración y concentración.