[4] A mediados de los años 70, tanto los responsables municipales como las autoridades eclesiásticas cuestionaron sus apoyos hacia los recorridos procesionales.
El compromiso va mucho más allá, realizando visitas domiciliarias a personas enfermas o con necesidad de comunicación, haciendo donativos para causas solidarias y hasta llevando el mismísimo Nazareno hasta la Residencia “Conde Aresti”, todos los Jueves Santo por la mañana, algo que agradecen sus devotos y devotas hoy con problemas de movilidad.
Una expresión sociocultural de la gran población y culturas migrantes que San Francisco viene acogiendo desde principios del pasado siglo.
[7] El paso por la calle Cortes al anochecer ha transformado la procesión del Nazareno en la más tumultuosa y popular de Bilbao.
Flores y saetas confieren a esta marcha penitencial un aire de Semana Santa sevillana inesperado en Bilbao.
[9] Por devoción o por simple curiosidad, la procesión del Nazareno congrega cada año un numeroso público a lo largo de su itinerario.