La provincia eclesiástica de Granada está formada por la archidiócesis de Granada y las diócesis sufragáneas de Almería, Jaén, Cartagena, Málaga y Guadix.
Los territorios de la diócesis de Guadix, aunque pertenecen a la provincia de Granada, no están integrados en la archidiócesis de Granada, sino que constituyen una diócesis propia, dada su importancia histórica.
[8] Por esta causa en 1893 el obispo Manuel María León González y Sánchez reorganizó territorialmente la diócesis,[9] excepto el Adelantado de Cazorla que perteneció al arzobispado de Toledo hasta 1954, año que Pío XII firmó la anexión de Cazorla a la diócesis de Jaén mediante el Decreto «Maiori animarum bono» de la Congregación Consistorial del 23 de abril de 1954.
Así se cumplió el deseo expresado en el artículo 9.º del Concordato de 1953.
[10][11] El arzobispo de Granada es el metropolitano de la provincia y tiene autoridad limitada sobre las diócesis sufragáneas.