[2] Según la leyenda que le ha dado su nombre, la reina Sancie habría sufrido el juicio de Dios en el año 1170.
A la muerte del vizconde Gaston V de Béarn en 1170, su viuda, la reina Sancie, fue acusada públicamente de haber dado muerte deliberadamente a su hijo recién nacido.
La ordalía tuvo lugar en presencia de 3000 personas apiñadas en las inmediaciones del puente.
La reina fue arrojada al torrente, con los pies y manos atados.
La reina, de esa manera exculpada, fue aclamada por la multitud.