Fue nombrado cónsul general de la Gran Colombia ante Francia en 1828 por El Libertador Simón Bolívar y acreditado en París por el Rey Carlos X de Francia.
Fue nombrado cónsul de la Gran Colombia en Francia por Simón Bolívar y ratificado por su ministro de relaciones exteriores Estanislao Vergara, al llegar a París en 1829 tras pasar por Estados Unidos e Inglaterra en representación de la Gran Colombia, Rafael buscó afianzar las relaciones comerciales entre las dos naciones, lastimosamente por aquellos años Francia pasaba por grandes revueltas y motines que terminaron en la abdicación del rey Carlos X, rápidamente el objetivo de conseguir negocios en aquellos mercados franceses se fue desboronando para el cónsul colombiano.
Durante sus trabajos consulares en París conoció a la francesa Hortensia Durand miembra de una rica familia de Reims dueños de vastas extensiones de tierra donde cultivaban vino y champaña de las mejores clases.
Al casarse con ella se vínculo a los negocios de la familia Durand como comerciante e industrial y allí empezó a acumular una gran fortuna.
Con el fin de extender los negocios familiares se mudó a Inglaterra en 1844 y abrió una oficina para facilitar la venta de las champañas Durand y colaboró en los negocios de unos amigos suyos colombianos que tenían interés con el mercado inglés, uno de ellos llamado Andrés Montoya.