Los primeros kilómetros los realizó detrás de un tractor que le abría el camino entre la nieve.
Envió dos telegramas a la organización durante el viaje: el primero desde la ciudad de Pskov, a 280km de San Petersburgo, que decía: «Llegaré si no nos comen los lobos por el camino y no nos congelamos vivos».
El segundo telegrama fue enviado el 17 de febrero, y decía «Hemos pasado Berlín».
Curiosamente los participantes que salían de dicha ciudad lo hacían dos horas después.
[2] Cuarenta y tres años después, Nagel, envió una carta al Príncipe Raniero III de Mónaco, relatando su aventura durante la carrera.