En 1798, Verdugo se retiró del ejército para convertirse en ranchero a tiempo completo.
En 1861, Julio Verdugo hipotecó una parte sustancial del rancho a Jacob Elias en términos que no podía afrontar.
Muchas personas reclamaban la propiedad de varias secciones del rancho.
Una vez probada la validez de las reclamaciones, se exigió la partición.
Finalmente, el Rancho San Rafael fue dividido en treinta y una secciones entregadas a veintiocho personas diferentes, algunas de las cuales incluían a miembros de la familia Verdugo.