[7] En 1561, el embajador francés en Lisboa, Jean Nicot, envió rapé a Catalina de Médici, esposa del rey Enrique II de Francia, como tratamiento medicinal para las migrañas padecidas por su hijo,[8] lo que llevó a la popularización del mismo como remedio entre las élites.
Fue durante el siglo XVIII cuando el rapé se convirtió en una moda extendida entre los círculos aristocráticos europeos.
La tabaquera de rapé es una caja primorosa y artísticamente decorada, objeto de museo por excelencia, que ha quedado ligada como complemento habitual a la imagen del aristócrata del siglo XVIII o del siglo XIX que realizaba el ritual placentero de aspirar esta sustancia por la nariz y estornudar, lo cual se menciona también en la literatura.
La planta de tabaco contiene nicotina, que puede producir dependencia en el consumidor.
Las sustancias componentes más dañinas en el mismo son las nitrosaminas específicas del tabaco, aunque las nitrosaminas son compuestos orgánicos que generalmente se originan por la reacción de una amina secundaria con nitritos en un medio muy ácido y su formación se ve favorecida por la temperatura elevada; en el caso del rapé, el medio es alcalino y la temperatura baja (en inglés, tobacco-specific nitrosamines, TSNA).