En 1835, cuando se produjo la supresión definitiva del régimen foral en las Nuevas Poblaciones, el gobierno liberal se negó a incluirlo entre los escasos bienes que cedió como propios al Ayuntamiento de La Carlota, encargándose directamente de su gestión.
Hace unos años el Ayuntamiento de La Carlota adquirió la Real Posada y Fonda (es decir, el ala izquierda).
[2][3] En el edificio se adoptaron soluciones compositivas neoclásicas en conjunción con elementos de tradición barroca.
Un entablamento con friso liso y cornisa con filete denticulado sirve de apoyo a la planta alta donde se sitúa un balcón.
En el ala derecha, enmarcan un patio cuadrangular de grandes dimensiones, tres naves, todas ellas con ejes intermedios de arcos sobre pilares, que se disponen en paralelo a la fachada principal, lateral y trasera.