La Carlota está integrado en la comarca Valle Medio del Guadalquivir, en plena campiña cordobesa, situándose a 30 km al suroeste de la capital provincial.
El proyecto fue impulsado por dos grandes ilustrados: Campomanes y Pablo de Olavide, quien fue comisionado para llevar a cabo la colonización.
Tal es el motivo de que aún subsistan apellidos y rasgos étnicos centroeuropeos entre sus habitantes.
Esto facilitó considerablemente el movimiento de personas y mercancías hacia Córdoba.
Este edificio se comenzó a construir en 1769, no concluyéndose hasta diez años después.
Posee una planta rectangular distribuida en tres naves, siendo más ancha la central que las laterales.
La fachada, situada a los pies, está compuesta de pórtico y dos torres gemelas sobre él.
Sus enjutas se aprovecharon para albergar dos hornacinas también de ladrillo, que actualmente albergan sendas esculturas de San Pedro y San Pablo; realizadas en piedra artificial por Miguel Arjona Navarro en 1968.