Rebelión bagauda (409-417)

Tampoco Jovino —un nuevo usurpador surgido ese año en la Galia— les dedicó su atención.

[3]​ No continuó, sin embargo, la lucha contra ellos porque prefirió dirigir su atención a eliminar la resistencia que le presentaron en Hispania varios parientes de Honorio y sobre todo, a prepararse para rechazar una nueva campaña del gobierno imperial, que estaba concentrando tropas para ello en Ticinum (la actual Pavía) y en negociaciones con Alarico para que participase con sus godos en ella.

[6]​[nota 1]​ Para mediados de 409, la resistencia se había extendido lo suficiente como para que las tribus bárbaras decidiesen abandonar sus asentamientos y dirigirse a Hispania con la intención de saquearla y asentarse allí.

[7]​ Los grupos bagaudas consiguieron, con ello, dominar un área que abarcaba Aquitania segunda, Lugdunensis secunda, Lugdunensis III y Lugdunensis IV[1]​ El gobierno de Honorio envió a Flavio Constancio en 411 para acabar con Constantino de Britania y para septiembre, lo consiguió derrotar en Arlés aunque no pudo continuar su campaña por el resto de las Galias y recuperarlas completamente para el Imperio ya que tuvo que volver a Italia para defender a su gobierno frente a los visigodos.

Llegó, finalmente, a un acuerdo con ellos en 416 donde aceptó que, tras recuperar Hispania para el Imperio, recibiesen un lugar donde asentarse definitivamente.

Fragmentación del Imperio occidental en 410, poco después de que los bagaudas consiguiesen controlar el noroeste de la Galia.
Zonas de control: