Durante aquel período, la población isleña pudo ser de quinientas a ochocientas mil personas.
[2] El historiador latino Tácito escribe en Agrícola sobre Hibernia que sus puertos eran cada vez más conocidos gracias al comercio.
[7] En Lambay, cerca de Dublín, se han encontrado tumbas del siglo I con broches y decoraciones romanas.
[9] Este éxito ha permitido presuponer una presencia mucho más antigua que le sirvió de apoyo, posiblemente una comunidad desde el siglo II, especialmente en Leinster y Meath.
[14] También menciona en que su quinto año de guerra Agrícola cruzó el mar y venció a tribus desconocidas, e incluso dejó guarniciones en las costas britanas a la espera de nuevas expediciones.
[18][19] Como añadido, recientes excavaciones arqueológicas en varios sitios asociados a la leyenda de Túathal se han encontrado diversos objetos romanos.
[22] Basado en un extenso estudio de los muchos anales irlandeses y escoceses, especialmente Anales de los cuatro maestros del siglo XVII, el historiador David Hughes afirma que, siglo y medio después de Agrícola, un noble britano llamado Sulgen[n 1] tuvo que exiliarse en Hispania, donde nació su hijo Lyndon,[n 2] quien se casaría con una princesa gala.
Finalmente, un general llamado Máximo[n 3] venció y dio muerte al rebelde, para luego marchar contra el mor, «rey», Duibne de Dumbarton.