Dushara era la deidad nabatea cuyo nombre significa "Señor de la montaña", fue ampliamente adorado en Petra.
Fue entonces cuando Dushara se comenzó a asociar con otros dioses, como Dioniso, Zeus y Helios.
[2] Se cree que la deidad es una de las hijas del alto dios Alá en la religión nabatea.
Hay confusión cuando se trata de decidir si esta deidad es masculina o femenina.
Hay un templo dedicado a Baalshamin en Si, que parece haber sido un centro de peregrinación.
[2] Atargatis era una deidad extranjera para los nabateos, su centro de culto estaba en Hierápolis y era venerada en Khirbat al-Tannur.
[2] Se cree que Obodat era un rey deificado de los nabateos, aunque no está claro si correspondería a Obodas I, II o III.
[2] Tique era una diosa nabatea, a menudo acompañada por los signos del zodíaco encontrados en Khirbat al-Tannur.
A menudo se la muestra con alas, los muros de una ciudad como corona y con cornucopias.
[2] Las relaciones entre los dioses nabateos no siempre son claras debido a la falta de evidencia para respaldar las diferentes afirmaciones.
En algunas regiones del reino nabateo, tanto Allat como Al-'Uzza parecen considerarse la misma diosa.
Además, se consideraban animales sagrados las águilas, serpientes, grifos y otras figuras mitológicas, que decoraban las tumbas de los antiguos nabateos.
[2] Los betilos son bloques de piedra, generalmente rectangulares, que representaban a dioses nabateos.
Estrabón confirmó que libaciones y incienso se ofrecían diariamente al sol (Dushara).
Las águilas, el símbolo de Dushara, a veces se tallaban sobre las puertas para su protección.
Dado que las tumbas y los ajuares funerarios siguen siendo un valioso enlace para comprender las vidas de cualquier cultura antigua, se estudia sobre la distribución de las tumbas en Petra, Bosra, Mada'in Saleh y otras ciudades prominentes.
Enumeraban acciones (por ejemplo, vender o hipotecar la tumba, etc.) que no deben llevarse a cabo, así como detallar multas y castigos para aquellos que ignoraban las maldiciones grabadas en las inscripciones de la tumba.
Las maldiciones detalladas en las inscripciones solían ser arquetípicas, por ejemplo, "Y caerá la maldición de [inserte un nombre de dios] a cualquiera que lea esta inscripción y no diga [inserte bendición u otra frase]".
[9] Los nabateos tenían numerosos lugares destinados a la práctica religiosa y la adoración de culto.
Rawwafah, situado a 300 km de Petra, posee un templo único en el estilo nabateo.
En Sahr existen emplos de estilo similar a los ubicados en Wadi Rumm, Dharih, Tannur, y Qasrawet, al igual que en Suweida, donde una inscripción nabatea indica sectas dedicadas a Allat y Baalshamin.
El templo, un "lugar alto", se encuentra aislado sobre la cima de Jebal Tannur.
La entrada al santuario interior del templo está decorada con representaciones de vegetación, follaje y frutos.
Glueck atribuye estas iconografías al dios de la tormenta Mesopotámico Hadad, pero Tique y Nike también están representadas.
El complejo del templo está rodeado por un patio exterior e interior, con un camino pavimentado hacia los pórticos.
A pesar de su buen estado, no se sabe qué dios habría sido adorado aquí.
[2] La ciudad más importante del reino nabateo fue Petra, establecida capital alrededor del año 312 a. C. La ciudad es famosa por su arquitectura única, donde las fachadas y el interior de los edificios se esculpieron directamente a corte de roca.
Situado dentro de las montañas Shara, Dushara era el principal dios masculino acompañado por la trinidad femenina: Al-'Uzzá, Allat y Manāt.
Se encuentran tanto betilos como nichos de culto a Dushara y Baalshamin.
Alrededor del sitio Jibel Ithlib se pueden apreciar pequeños betilos y nichos de culto a otros dioses.