Sin embargo, sus estancias en Toledo no tienen por qué haber coincidido necesariamente con la fecha de realización de la obra, que podría ser un boceto, o bien una réplica del retrato definitivo.
Según Michelangelo Muraro, podría ser un boceto preparatorio para el retrato definitivo de aquel eclesiástico.
[5] Sin embargo, Wethey lo considera una simple copia del taller del maestro cretense, y remarca que el colorido es oscuro y que la pincelada tiene poca forma.
[1] Cossío, a pesar de reconocer la calidad de este retrato, subraya que no tiene la finura ni la cuidadosa realización del lienzo definitivo.
[6] La obra está firmada con el nombre del Greco (δομήνικος θεοτοκóπουλος ε'ποíει) en letra griega ancha y en cursiva, en el hombro derecho del personaje.