La revolución perseguía el fin del gobierno de Akáyev y su familia y socios, que según la opinión popular se habían hecho cada vez más corrupto y autoritario.
Después de la revolución, Akáyev escapó del país.
[3] Estos términos evocaban semejanzas con la Revolución de las Rosas en Georgia y la Revolución Naranja en Ucrania en el 2004, cuyos nombres se deben a su vez a la Revolución de Terciopelo checoslovaca, todas ellas de carácter no violento.
Givi Targamadze, un antiguo miembro del Liberty Institute y presidente del comité de defensa y seguridad nacional del Parlamento de Georgia, consultó a líderes de la oposición ucraniana sobre técnicas de lucha no violenta y más tarde informó a los líderes de la oposición kirguisa durante la Revolución de los Tulipanes.
[4] La Revolución de los Tulipanes, sin embargo, tuvo algunos incidentes violentos, el más notable de los cuales ocurrió en la ciudad del sur Jalal-Abad; además, al menos tres personas murieron durante el saqueo que se extendió por la capital nacional, Biskek, las veinticuatro primeras horas después de la caída del gobierno.