En medicina, se conoce como rinolicuorrea o rinorraquia a la salida de líquido cefalorraquídeo a través de las fosas nasales.
Para que se produzca, es necesaria la ruptura en las meninges y el tejido óseo que separa la cavidad nasal del espacio subaracnoideo.
La causa más frecuente es una fractura en la lámina cribosa del etmoides.
La localización más frecuente de la fractura es el hueso etmoides, sobre todo la lámina cribosa, menos habitual es que afecte el seno esfenoidal y el seno frontal.
Tras localizar el punto en el que se produce la fuga, se procede a su reparación, para lo que pueden emplearse diferentes técnicas quirúrgicas, entre ellas la colocación de injertos que permiten la reparación y cicatrización de la zona dañada en el hueso etmoides u otras localizaciones.