Robert Cotton

Comenzó a acumular una biblioteca cuyos documentos rivalizaron, y luego superaron, las colecciones manuscritas reales.

Cotton fue elegido miembro del Parlamento por Newtown, Isla de Wight, en 1601 y como Knight of the Shire por Huntingdonshire en 1604.

Su manifiesto anticatolicismo le otorgó un breve periodo de favor con el rey.

Así, su biblioteca fue confiscada en 1630 y devuelta a sus herederos solo después de su muerte.

Este viaje parece haber despertado el interés de Cotton en los artefactos romanos.

Los anticuarios Reginald Bainbridge y Lord William Howard le ofrecieron a Cotton piedras romanas, mientras que el anticuario de Essex, John Barkham, organizó el envío de reliquias romanas.

La Biblioteca Cotton fue la colección privada de manuscritos más rica jamás reunida.

[11]​ En sentido contrario a las agujas del reloj, estos estaban catalogados como Julio, Augusto, Cleopatra, Faustina, Tiberio, Calígula, Claudio, Nerón, Galba, Otón, Vitelio, Vespasiano, Tito y Domiciano.

Se entiende que Sir Robert Cotton tuvo residencias en Chester y Londres.

En Chester:A principios del siglo XVII, este priorato, o lo que quedaba de él, fue ocupado como una vivienda por Sir Robert Cotton, el anticuariado... allí, según la tradición, había sido visitado por Ben Jonson.

En ese momento, Sir Thomas Cotton había asumido las responsabilidades del hogar y de la biblioteca.

La reubicación de la biblioteca y la residencia en Cotton House brindó a los miembros del Parlamento y a los trabajadores gubernamentales un mejor acceso al contenido de la biblioteca para ser utilizado como recurso en su trabajo.

El "acceso de propiedad de Sir Thomas Cotton a la biblioteca Cotton era más limitado que bajo su padre", según el Oxford Dictionary of National Biography, y Thomas Cotton mantuvo su capacidad para "proteger", "mejorar" y "maximizar las ganancias" obtenidas durante la guerra civil, como lo había hecho anteriormente en su vida debido a la ausencia de su padre.

Robert Cotton en 1629, año en que Carlos I lo obligó a cerrar la biblioteca Cotton porque se creía que el contenido de la biblioteca era perjudicial para los intereses de los realistas.