[2] Siodmak asistió a la escuela secundaria en Dresde y tomó lecciones de actuación con Erich Ponto.
En Los hombres del domingo (filmada en 1929, estrenada en 1930), Robert Siodmak ejerció como director por primera vez, junto con Edgar G.
[2] El guion lo escribió en colaboración con Billy Wilder[3] y su propio hermano Curt Siodmak.
[c] El director de fotografía fue Eugen Schüfftan, con Fred Zinnemann como asistente.
Es un documento amargo sobre el ocio de los empleados, muy observador y sin intención social relevante.
Gracias al éxito de esta película semidocumental, realizada íntegramente por aficionados, los estudios Universum Film AG (UFA) y tuvo la oportunidad de dirigir películas dramáticas, policíacas y comedias.
[5] Su hermano Curt se había trasladado a los Estados Unidos y trabajaba como guionista en Hollywood.
Como director de plantilla, muchas veces se le requería para salvar producciones problemáticas en el estudio.
Por ejemplo, para la película Swell Guy (1946), producida por Mark Hellinger, se contrató a Siodmak para reemplazar a Frank Tuttle solamente seis días después de que completara la filmación de Asesinos / Forajidos (The Killers, 1946).
Siodmak trabajó de forma constante mientras duró su contrato, eclipsado por notables directores como Alfred Hitchcock, con quien la prensa lo comparaba a menudo.
Mirando hacia atrás, Siodmak hizo comentarios despectivos sobre las películas estadounidenses que realizó antes de La dama desconocida (1944), las consideraba puras bagatelas.
[6] En resumen, su producción estadounidense fue irregular, pero interesante y mostró un especial talento para el cine negro: La dama desconocida (que supone con Lang, Wilder y Preminger, el arranque más claro de ese género cinematográfico), Luz en el alma (Christmas Holiday, 1944), La escalera de caracol (The Spiral Staircase, 1946), A través del espejo / Tras el espejo (The Dark Mirror, 1946) o la excelente Asesinos / Forajidos (The Killers, 1946), basada en el relato de Ernest Hemingway Los asesinos (The Killers, 1927), son algunas de sus películas más conocidas, que sumaron 22 en esta etapa.
También dirigió Mi padre, el actor (Mein Vater der Schauspieler, 1956), sobre las evocaciones del pasado nazi.
En España, Siodmak rodó el wéstern La última aventura del general Custer (Custer of the West, 1967) para el productor estadounidense Philip Yordan, que resultó decepcionante, con la mayoría de las críticas negativas y sin éxito en taquilla.
Su última película, La invasión de los bárbaros (Der Kampf um Rom, 1968), ambientada en el año 526, fue una superproducción sobre el declive del Imperio romano, basada en la novela histórica de Felix Dahn Ein Kampf um Rom (1876), también producida por Brauner.
[12] Este historiador del cine ha señalado que «no se debe juzgar a un artista por sus fracasos, sino por sus logros.