Rufino Martos Ortiz

Durante su juventud trabajó en el campo, ayudando al mantenimiento de la huerta familiar.

Continúa su quehacer pictórico sin cesar hasta su muerte, acaecida en Córdoba en junio de 1993.

Es denominador común en sus cuadros utilizar distintas gamas de colores lo que le hace ser más abierto en su quehacer pictórico.

[7]​ Igualmente es necesario destacar sus paisajes nocturnos, empleando para estos temas la acuarela, témperas y pastel, combinados o individualmente, en los que la fría luz de luna es tratada con gran maestría.

[7]​ Su última etapa pictórica se caracteriza por una cierta abstracción en las formas y por jugar con el color, según el mismo comentaba.

[7]​ A lo largo de su vida artística, celebró numerosas exposiciones no solo en Jaén, donde estas fueron muy abundantes, sino también en Madrid, Barcelona o Córdoba.