El sóviet tuvo como origen la orden del zar Nicolás de que los trabajadores eligiesen delegados para presentar sus quejas a la comisión que a tal efecto había nombrado el monarca tras los graves incidentes de enero.
[2] El número de delegados creció primero hasta los cuatrocientos y llegó a alcanzar los quinientos sesenta.
[2] El nuevo organismo no fue bien recibido por los bolcheviques, que al comienzo lo percibieron como un competidor del partido.
[4] Por iniciativa suya, bolcheviques y mencheviques crearon un consejo federal para coordinar su actividad en el sóviet.
[4] La principal figura de los socialrevolucionarios era Nikolái Avkséntiev y los tres grupos cooperaron sin problemas en el sóviet.
[4] Aunque este se convirtió temporalmente en la imagen del sóviet, las medidas las decidieron los partidos, principalmente los representantes socialdemócratas y Trotski en especial tuvo un papel destacado.
[7] La Rusia rural, la inmensa mayoría del país, permanecía aún indiferente a la revolución, fenómeno urbano.
[13] Los socialrevolucionarios expresaron la necesidad de reaccionar atacando a los ministros zaristas, mientras que otros preferían convocar una nueva huelga general.
[13] Trotski propuso entonces elegir una nueva presidencia y continuar con los preparativos para un alzamiento contra el Gobierno.
[14] Poco después, envió una guardia armada a vigilar el edificio de la Sociedad Económica Libre, la nueva sede del sóviet.