Las operaciones SEAD se dividen en tres categorías:[2] Estas capacidades solo están al alcance de un exclusivo club del que pocos países son miembros.
La supresión se puede lograr destruyendo físicamente la defensa enemiga, interrumpiéndola, engañándola a través de guerra electrónica o mediante señuelos y drones.
[34] En 1943 los aliados empezaron a usar en sus bombarderos equipos de interferencias y las nuevas técnicas Window (chaff) para confundir la señal del radar alemán.
No solo se defendían objetivos importantes sino que en las líneas del frente también había piezas de artillería antiaérea para contrarrestar el poder aéreo americano.
Los chinos habían aprendido en la guerra civil lo importante que era contar con armas antiaéreas para defender las tropas del frente de ataques aéreos.
[46][47][48] Tras la guerra de Corea las misiones SEAD se asignaron en la USAF al 9th Tactical Reconnaissance Squadron, que remplazó los B-26 por EB-47 y más tarde por RB-66 Destroyer.
Del otro lado una Fuerza Aérea distinta, que contaba con la capacidad de decidir sus propios objetivos, equipos y existía como rama independiente.
UU. se construyeron réplicas del radar Fan Song en base a los informes de inteligencia y los bombarderos realizaban ataques simulados en los que interferían los radares.
En cierto sentido era normal, los misiles SAM tenían como objetivo prioritario derribar bombarderos nucleares estratégicos y por eso estos iban cargados de equipos ECM.
Con la introducción del Dassault Mirage IV en 1964 Francia comenzó a interesarse en las contramedidas electrónicas, hasta entonces se realizaba sólo ELINT.
La guerra de 1973 demostró que las misiones SEAD debían ir más allá y buscar primero acabar con la defensa aérea para poder permitir a los aviones operar libremente.
En Europa la USAF contaba con tres aviones que debían complementar sus capacidades para derrotar a las defensas aéreas enemigas: EF-111 Raven'', F-4G Wild Weasel y EC-130H Compass Call.
Para mejorar la preparación de los pilotos en 1981 el USAF Tactical Air Warfare Center inició los ejercicios Green Flag en Nevada, dando una experiencia lo más realista posible en guerra electrónica.
Asimismo se incorporaron señuelos tácticos mejorados lanzados por aviones o desde tierra que aparecían como objetivos en las pantallas de radar enemigas.
Los misiles SAM norvietnamitas suponían de hecho que quien controlaba el aire era Vietnam del Norte, al negar a los aviones americanos volar libremente.
Dado que la Fuerza Aérea Israelí apenas contaba con equipamiento electrónico para interferir los radares los ataques iniciales contra las bases aéreas se lanzaron a baja altitud.
Un Mirage III fue derribado durante una misión SEAD, pero la Fuerza Aérea israelí no quiso arriesgar más recursos en atacar baterías SAM cuando la guerra con Egipto había concluido.
Al batallón SAM capturado hay que sumar otros ocho destruidos por los israelíes, mediante métodos tradicionales, sin recurrir tecnología como la USAF en Vietnam.
Israel consiguió algunos éxitos y destruyó varias baterías SAM egipcias, pero estas acciones esporádicas no fueron suficientes para retener la tan necesaria superioridad.
Todo esto supuso al Ejército marroquí perder el apoyo aéreo y capacidad de reconocimiento que le daban hasta entonces los aviones.
Cuando los aviones británicos realizaron sus primeros ataques lo hicieron a baja altura y se encontraron con el fuego cruzado de la artillería antiaérea.
Inglaterra se opuso a la venta del Martel y la empresa Matra hubo de crear el misil Armat, reemplazando componentes ingleses por franceses.
[139] La fuerza aérea sudafricana atacó ocasionalmente radares y lanzadores de misiles, empleando principalmente bombas ya que el embargo imposibilitaba comprar armas avanzadas.
Otra limitación era que asignar SA-6 a defender Bagdad había dejado indefensas las tropas en Kuwait y además la artillería antiaérea no estaba integrada en la red.
Posteriormente, tras la guerra, se realizaron numerosas misiones SEAD para garantizar las zonas de exclusión aéreas fijadas al norte y sur del país.
Años después Rusia declaró haber usado su sistema de guerra electrónica Azaliya desde helicópteros Mi-8PPA, logrando reducir significativamente el alcance efectivo del radar enemigo.
Con los misiles AGM-88C y AGM-88D, si el radar enemigo se apaga tienen memorizada su última posición o gracias al GPS pueden atacar coordenadas predeterminadas.
Israel no ha optado por comprar misiles AGM-88E sino que para SEAD ha impulsado el uso de munición merodeadora combinada con contramedidas e interferencias.
En Líbano tuvo éxito en 1982 y la ha tenido en las frecuentes incursiones en Siria, pero está doctrina no valdría si algún día se decide atacar Irán.
Esta suposición es importante porque limita mucho las aeronaves SEAD y afectará el número total de aviones disponibles para otras misiones.