SIA Modelo 1918

Desarrollada a finales de la Primera Guerra Mundial, fue empleada en cantidades limitadas durante los últimos meses del conflicto y se planeó como un reemplazo del primitivo subfusil Villar-Perosa en caso de que las hostilidades continúen.

Este modelo no fue aceptado y se recomendaron una serie de modificaciones, como el acortamiento del cañón, la parte posterior del trípode y la instalación de una empuñadura adecuada para disparar en posición cuerpo a tierra.

Es interesante observar que, a pesar de los esfuerzos e intentos de obtener un subfusil eficaz derivado del Villar-Perosa (siendo el más importante el Beretta M1918), el Regio Esercito decidió dar mayor prioridad a la nueva creación del Coronel Revelli.

Al igual que el subfusil Villar-Perosa, la SIA Modelo 1918 fue principalmente destinada a equipar pequeñas unidades de asalto, pero también fue empleada como ametralladora para aviones, montándose en parejas y con cañones sin radiador.

La ametralladora venía con una mochila-trípode de madera reforzada que pesa unos 5,6 kg, la cual se plegaba para transportarla a la espalda.