Sabiniano de Troyes

Sabiniano llegó a fugarse siguiendo el río Sena y buscó refugio en Rilly.

Perseguido por los soldados, fue capturado en esta aldea y allí le cortaron la cabeza el 275.

Siendo ciega, hizo una peregrinación hasta el lugar donde pensó encontrar a Sabiniano.

Llegó al pueblo, guiada por un niño de Rilly, y recobró la vista cuando llegó al lugar donde el santo estaba enterrado.

No dudando que Sabiniano acababa de hacer un milagro en su favor, excavó el suelo y encontró el cuerpo del mártir en perfecto estado de conservación.