Sací

'si]) es posiblemente el personaje más popular en el folclore brasileño, siendo una leyenda originaria del sur de este país.

En la cocina, el Saci derrama toda la sal, agria la leche, quema el frijol cocido, y coloca moscas en la sopa.

A la menor oportunidad desafilará la aguja de costura, ocultará su ojo y enredará el hilado.

En resumen, todo lo que va mal en la casa o fuera de ella, puede ser atribuido sin dudar al Sací.

Fue originariamente una criatura noctámbula, y de hecho Yaçi significa «luna» en el lenguaje tupí antiguo.

[2]​ El personaje indígena fue apropiado y transformado por los esclavos africanos que en el Siglo XVIII fueron llevados en gran número a Brasil.

Ilustración del Sací pererê.
Representación del Personaje Indígena, Sací, originario de la mitología Tupí-Guaraní.