Los monarcas les sacaban provecho concediendo a nobles y personal eclesiástico alguno de sus beneficios.
El conjunto de las piscinas está realizado en sillería y mampostería, tanto en los muros laterales como en su fondo.
Disponen además de caminos empedrados con canto rodado que dan acceso a todas ellas y además establecen un espacio relativamente ancho donde acumular la sal que se sacaba de ellas.
Tiene adosada una chimenea de la pequeña central eléctrica que daba servicio a las salinas.
El almacén de San José, de planta casi cuadrada (40 x 35 metros), presenta dos edificaciones adosadas en su fachada principal y que conforma el acceso principal, realizadas a principios del siglo XX.
En su acceso trasero conserva la torre con parte de la maquinaria que ayudaba a subir las vagonetas por la rampa.