En torno a estos tres conceptos se articula todo el salmo, desde su comienzo festivo, hasta su conclusión bélica.
[15][16] Como ya se ha dicho, el salmo 149 muestra en su parte final un tono bélico que puede resultar difícil de compatibilizar con el cristianismo.
Aquí superará las dificultades mediante una lectura alegórica de los distintos elementos presentes en el salmo.
Después afirma que tomar venganza de las naciones significa hacerlas cristianas mediante la predicación.
Continúa exponiendo como los reyes y magnates apresados son aquellos que se han convertido al cristianismo.