Se puede realizar después de un parto, durante una cesárea o en el momento en que la mujer decida hacerlo.
[cita requerida] Nombres alternativos: Esterilización tubaria en el momento de laparotomía por operación cesárea u otra operación abdominal: la esterilización planeada no debe influir en decisión de cesárea, pues tiene mayor riesgo que parto vaginal.
El mejor momento para realizarla es a partir de 6 semanas postparto, cuando el útero ha involucionado por completo.
Se insufla el abdomen con gas (CO2) a través de una aguja insertada bajo el ombligo.
La cicatrización resultante bloquea el paso del óvulo o de los espermatozoides.
Tras tres meses se realiza una prueba para confirmar que los microinsertos están colocados adecuadamente.
Con la ligadura la mujer sigue liberando un óvulo en cada ciclo menstrual y esto continúa en forma normal hasta la menopausia.
Sin embargo, como las trompas fueron bloqueadas o cortadas, el esperma y el óvulo no tienen contacto.
No obstante, cabe mencionar que en algunos casos se puede revertir con éxito (50 % a 80 %).
Cabe destacar que este método no provoca efectos adversos a la salud femenina ni alteraciones en su sexualidad, y que tampoco interfiere en absoluto con los procesos de producción de hormonas en su organismo.
A quiénes no se pueden realizar: Se la pueden realizar con estricta valoración médica: Este tipo de cirugía sí puede ser efectuada a: Puede haber fracasos diferentes al error quirúrgico por formación de fístulas útero-peritoneales o reanastomosis espontánea.
Estudios recientes a gran escala no apoyan la existencia de este síndrome.