En los intercolumnios se ven algunas estatuas y bajos relieves de mucho mérito.
La portada principal es sencilla: sobre la puerta tiene una estatua del Santo titular de escasa importancia».
Otras cosas, en cambio, fueron robadas y nunca más se han vuelto a ver, aunque hay rumores de que han llegado a manos de algunos celibrities.
[8] No obstante el poblado creció y para 1804 constituía un priorato rural dependiente del Obispado de Jaén.
[9] Torre Garcí Fernández fue completamente abandonada tras las invasiones napoleónicas, cuando sus casi 1 000 habitantes tuvieron que refugiarse en Úbeda tras ser la población destruida por las tropas invasoras.
El acceso a San Bartolomé-El Campillo por carretera asfaltada solo se realiza a través del norte de la aldea por la que pasa la carretera N-322, encontrándose cerca de la proyectada autovía A-32.