[6] Hay planes de crear un museo en Cartagena con los restos que se extraigan del yacimiento arqueológico.
[7]También en la década de los ochenta se exteriorizó la idea de extraer el tesoro que contiene la nave, venderlo y con el dinero disminuir la deuda externa del país.
A sabiendas de la presencia de buques ingleses hostiles –debido al conflicto por la sucesión al trono español– el rey Felipe V ordenó que se le brindara una fuerte protección representada en 26 navíos.
Estas dos embarcaciones, junto con el San José, eran las que transportaban la mayor parte de las mercancías, gracias a su poderío ofensivo.
Mientras los españoles realizaban sus diligencias en Portobelo, el capitán inglés Charles Wager fue informado por varios espías de sus movimientos.
En aquel tiempo, estos colaboradores clandestinos infestaban las colonias españolas de la costa del Caribe y servían como elemento esencial para los ingleses en sus fines de desestabilizar al imperio español.
La idea principal de Wager era apoderarse del galeón para conseguir preciado cargamento.
De los 600 tripulantes que iban a bordo del galeón, solo 11 sobrevivieron.
«La inmunidad soberana sobre el buque implica que ningún Estado pueda tomar una decisión unilateral sobre lo que afecte al buque sin la conformidad del Estado de bandera».
La opinión pública hasta hace pocos años consideró el patrimonio subacuático como «tesoros ocultos» en estos casos y aceptaba que vinieran a pertenecer a quienes los encontraban, pero desde 1985, con la Ley de Patrimonio Histórico y la Convención de la UNESCO sobre el Patrimonio Subacuático, estos pecios son declarados como bienes de interés general de las sociedades, los Estados, las Naciones y la Humanidad entera.
Por otra parte, el enorme tesoro que se imagina en los interiores del barco ha hecho pasar a un segundo plano que el San José fue, además, la sepultura de cerca de 600 marineros españoles.