[4][5] Sin embargo, la población chuj de San Mateo Ixtatán resistió el dominio español durante más tiempo que sus vecinos del altiplano, gracias a su alianza con los lacandones en las tierras bajas del norte.
[10] Fue tan nefasto el convenio para Guatemala, que el informe del director de la Comisión de Límites, el ingeniero Claudio Urrutia, fue confiscado por el gobierno del presidente Manuel Estrada Cabrera cuando se hizo público en 1900, y luego por el gobierno del licenciado Julio César Méndez Montenegro cuando se reimprimió en 1968.
[14] La derivación de «Ixtatán» es incierta aunque existen varias versiones que pretenden explicar el significado del término.
[15] El topónimo «Ixtatán» proviene del idioma náhuatl, de las palabras «Ixtat» («sal») y «tan» («cerca» o «en sus cercanías»).
La resistencia kanjobal fue en gran parte pasiva, expresándose en el abandono de las reducciones españolas hacia las inaccesibles montañas y los bosques.
[23] La población chuj de San Mateo Ixtatán resistió el dominio español durante más tiempo que sus vecinos del altiplano.
La resistencia de los chuj fue posible por su alianza con los lacandones en las tierras bajas del norte.
Su resistencia era tan determinada que los chuj solo quedaron «pacificados», mientras duraron los efectos inmediatos de las expediciones españolas.
[24][25] En el siglo xvii, el misionero español Fray Alonso de León, informó que unas ochenta familias en San Mateo Ixtatán no rindieron tributo a la Corona Española ni asistieron a la misa católica.
Describió a los habitantes como pendencieros y se quejó de que habían construido un templo pagano en los cerros entre las ruinas de antiguos templos precolombinos donde quemaban incienso y sacrificaron pavos en ofrenda.
[29] El propio gobernador llegó a San Mateo Ixtatán, el 3 de febrero, donde el capitán Rodríguez Mazariegos ya lo estaba esperando.
[31] En 1695, los españoles lanzaron una invasión de la Selva Lacandona con tres contingentes militares saliendo simultáneamente desde San Mateo Ixtatán, Cobán y Ocosingo.
El grupo de San Mateo se dirigió al noreste en la Selva Lacandona.
[37] Carrera impuso un régimen duro y hostil para los liberales altenses, pero bondadoso para los indígenas de la región —derogando el impuesto personal que les habían impuesto las autoridades altenses— y para los eclesiásticos restituyendo los privilegios de la religión católica.
[38] San Mateo Ixtatán se vio obligado a renunciar una parte de su territorio para crear el municipio de Nentón en 1876 y luchó por mantener sus tierras comunales ante las expropiaciones emprendidas por la Reforma Liberal.
Los locales firmaron el documento asegurando su mano de obra, pero fueron esclavizados básicamente porque los contratos eran injustos y el trato inhumano.
La región quedó en un parcial abandono hasta 2008, que se inició la construcción de la carretera en la franja.
Al enterarse del trato entre la municipalidad y la empresa, los pobladores de la localidad obligaron a las autoridades a realizar un cabildo abierto y explicar las características del compromiso; cada uno de los miembros de la corporación municipal dio su información, evidenciándose contradicciones que condujeron a que en esa misma sesión renunciara el alcalde.
Pese a las amenazas que recibieron algunos vecinos de San Mateo, éstos organizaron un comité local para defender el bosque, iniciando una demanda legal contra la empresa.
Además se reportó camión propiedad de la hidroeléctrica en llamas, el que habría sido incendiado por los infiltrados en la protesta pacífica.
[13] Representantes de varias comunidades de San Mateo Ixtatán, Huehuetenango, autoridades locales y del Gobierno firmaron el Acuerdo para la Paz y el Desarrollo que busca detener los actos violentos que han afectado a ese municipio durante varios años, hechos causados por grupos opositores a la implementación de proyectos hidroeléctricos en el municipio.
Esta se hace por unas pocas mujeres en la actualidad mediante la adición de un ingrediente secreto al agua salada.
Se trata de una espectacular ubicación en un promontorio, rodeado por cuatro grandes montículos.
El sitio arqueológico de Curvao en San Mateo Ixtatán se ha fechado en el período clásico.