[4] El 5 de diciembre de 1927, Rolland acuñó la frase en una carta a Freud en francés, pidiéndole que considerara las experiencias espirituales, o el "sentimiento oceánico", en sus obras psicológicas: [5][6]
Rolland basó su descripción en el ejemplo de Ramakrishna, quien tuvo su primer éxtasis espiritual a los 6 años.
[1] Rolland creía que la emoción religiosa humana universal se parecía a este sentimiento oceánico.
Andrew Newberg, Eugene G. d'Aquili y Vince Rause descubrieron que «la meditación intensamente centrada desencadena una alteración en la actividad del cerebro que lleva a la persona a percibir las experiencias religiosas trascendentes como una realidad sólida y tangible.
[24] La filósofa búlgarofrancesa Julia Kristeva escribe sobre el sentimiento oceánico en Sol negro: depresión y melancolía.
Su concepción es similar a la de Freud, relacionando el sentimiento con una regresión infantil.
[25] Más recientemente, la estudiosa del pueblo negro (black studies; no se conoce una traducción más específica al español; la negritud es un movimiento histórico) y poeta Jackie Wang escribió sobre la noción de sentimiento oceánico en el artículo "Oceanic Feeling and Communist Affect" literalmente Sentimiento oceánico y afecto comunista —hay que entender afecto en el sentido psicológico (cualquier sentimiento, no solo el cariño) y comunista, no en el sentido político, sino más bien como "comunitario"—, trazando su desarrollo histórico a través de las obras de Romain Rolland y su relación con Spinoza, Freud y Kristeva, para finalmente ligarlo al hecho de ser de raza negra y el trauma del pasaje del medio, según lo trata Fred Moten.