Sinfonía n.º 77 (Haydn)

[4]​ No sabe con certeza lo que sabía Haydn acerca de los gustos ingleses, pero estas tres sinfonías poseen un estilo brillante y elegante típico de compositores como Johann Christian Bach y Carl Friedrich Abel.

Como se indica en la carta, los vientos tiene pocos compases en los que no apoyan las cuerdas, solo añaden color.

[2]​ La partitura está escrita para una orquesta formada por:[1]​ En cuanto a la participación del clavecín como bajo continuo en las sinfonías de Haydn existen diversas opiniones entre los estudiosos: James Webster se sitúa en contra;[8]​ Hartmut Haenchen a favor;[9]​ Jamie James en su artículo para The New York Times presenta diferentes posiciones por parte de Roy Goodman, Christopher Hogwood, H. C. Robbins Landon y James Webster.

No obstante, existen grabaciones con clavecín en el bajo continuo realizadas por: Trevor Pinnock (Sturm und Drang Symphonies, Archiv, 1989-1990); Nikolaus Harnoncourt (n.º 6–8, Das Alte Werk, 1990); Sigiswald Kuijken (incluidas las Sinfonías de París y Londres; Virgin, 1988-1995); Roy Goodman (Ej.

Según el musicólogo H. C. Robbins Landon es común a las tres obras el estilo "intelectual" de Haydn, en el que los valores estructurales y emocionales están completamente integrados.

[3]​ El primer movimiento, Vivace, está escrito en la tonalidad de si bemol mayor y en compás alla breve.

En la exposición los temas son presentados en texturas sencillas, pero en la sección de desarrollo el contrapunto es deliciosamente complejo.

El segundo movimiento, Andante sostenuto, está en fa mayor y en compás de 3/8.

[4]​ Como ocurre en general con Haydn, el minueto es un tesoro especial, una miniatura musical en medio de una espléndida sinfonía.

Haydn en 1785.