[13] Haydn solicitó a su editor vienés, Artaria & Co., que publicara las obras en el siguiente orden: 87, 85, 83, 84, 86 y 82.
[10] En cuanto a la participación del clavecín como bajo continuo en las sinfonías de Haydn existen diversas opiniones entre los estudiosos: James Webster se sitúa en contra;[14] Hartmut Haenchen a favor;[15] Jamie James en su artículo para The New York Times presenta diferentes posiciones por parte de Roy Goodman, Christopher Hogwood, H. C. Robbins Landon y James Webster.
No obstante, existen grabaciones con clavecín en el bajo continuo realizadas por: Trevor Pinnock (Sturm und Drang Symphonies, Archiv, 1989-1990); Nikolaus Harnoncourt (n.º 6–8, Das Alte Werk, 1990); Sigiswald Kuijken (incluidas las Sinfonías de París y Londres; Virgin, 1988-1995); Roy Goodman (Ej.
El tema principal esboza lentamente una inquietante tríada disminuida ascendente que se intensifica con la disonancia añadida del do sostenido.
Consta de notas con puntillo repetidas interpretadas por un único oboe sobre una nerviosa apoyatura en los primeros violines.
La tríada ascendente, la figura con puntillo y el segundo tema sufren diversas permutaciones.
Se escucha entonces el primer tema que conduce contrapuntísticamente a la dominante y permite una retransición hacia la tónica para la recapitulación.
El movimiento lento adopta también una forma sonata, aunque esta vez sin sección de desarrollo.
No obstante, Haydn se permite cierto desarrollo en la reexposición del primer tema.
Este movimiento continúa con las tendencias al desarrollo que se perciben en toda la sinfonía.
La textura se aligera en el trío, cuyo tema es interpretado en piano por una flauta solista doblada por los violines.
Vivace, está en sol mayor, en compás de 12/8 y responde a la forma sonata.