En 1901 tenía aproximadamente 21.000 miembros, el número aumentó a 48.000 en 1913, aunque algunos autores afirman que la membresía era tan alta como 220.000.
Sin embargo, bajo el gobierno de Otto von Bismarck, las tensiones étnicas y culturales en la región comenzaron a aumentar.
Esto fue emparejado por las crecientes tendencias del nacionalismo, el imperialismo y el chovinismo dentro de la sociedad alemana.
Por un lado, se exigía un nuevo orden mundial con deseos de crear un imperio colonial alemán.
Y por otro lado, los sentimientos de hostilidad hacia otros grupos nacionales dentro del estado alemán estaban creciendo.
[12] Muchos observadores creyeron que estas políticas solo avivaron el movimiento de independencia polaco.
Aunque Bismarck finalmente firmó una alianza informal con la Iglesia Católica contra los socialistas, las políticas de germanización continuaron en partes del país habitadas por los polacos.
En tales circunstancias, se formaron varias organizaciones nacionalistas y grupos de presión, todos conocidos colectivamente como nationale Verbände.
[14][15] Muchos terratenientes temían que sus intereses no fueran representados adecuadamente por esas organizaciones y decidieron formar su propia sociedad.
[6] Esto fue visto como justificado debido a la supuesta pasividad de los alemanes en los territorios del este.
La razón propagandística detrás de la formación del H-K-T se presentó como una lucha nacional polaco-alemana para asimilar a un grupo en el otro.
Este conflicto se retrató a menudo como una lucha biológica[17] constante entre la "barbarie oriental" y la "cultura europea".
La presión del H-K-T hizo que el gobierno de von Caprivi adoptara una postura más firme contra los polacos.
La prohibición de las escuelas polacas se reintrodujo y toda la enseñanza debía realizarse en el idioma alemán.
La policía alemana también utilizó la prohibición para acosar al movimiento sindical polaco, ya que interpretaban todas las reuniones públicas como empresas educativas.
Al igual que otras organizaciones similares, el H-K-T no solo logró incitar cierta conciencia pública a la Cuestión polaca dentro del público alemán y radicalizar las políticas alemanas en el área, sino que también provocó una reacción polaca.