Sofía Novoa

Tras la Primera Guerra Mundial se trasladó a Madrid para continuar sus estudios siguiendo el ejemplo de María Sanjurjo.

Durante su estancia en la residencia conoció al compositor Jesús Bal y Gay, con quien compartió su interés por el folclore musical gallego, interés que ya partía de la amistad de su padre con Casto Sampedro Folgar.

Amplió sus estudios en Lisboa, y luego en París en la École Normale de Musique con la compositora Nadia Boulanger, piano con Alfred Cortot y también estudió la rítmica Dalcroze (un método de aprendizaje y de experimentar la música a través del movimiento) creado por Dalcroze.

A través de sus contactos portugueses preparó su huida del país.

Durante sus viajes a España, completó su licenciatura y doctorado en la Universidad Complutense de Madrid con Rafael Lapesa.