Un ejemplo conocido en la literatura española es el "Diálogo entre Babieca y Rocinante" que Miguel de Cervantes situó entre los poemas laudatorios al inicio de la primera parte del Quijote.
DIÁLOGO ENTRE BABIECA Y ROCINANTE en el Libro: El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha (Miguel de Cervantes Saavedra) (Parte I, Sonetos de entrada) B-¿Cómo estáis, Rocinante, tan delgado?
R-No me deja mi amo ni un bocado.
B-Anda, señor que estáis muy mal criado, pues vuestra lengua de asno al amo ultraja.
¿Cómo me he de quejar en mi dolencia, si el amo y escudero o mayordomo son tan rocines como Rocinante?