Lo mismo hizo más tarde durante las frecuentes y largas estancias de su marido en Aragón.
Talesa aparece en los registros históricos sobre todo fundando establecimientos religiosos.
Poco después el vecino reino de Aragón fue sacudido por el conflicto sucesorio originado por el testamento del rey Alfonso I, muerto también en 1134.
En 1136, Talesa tomó partido contra Ramiro el Monje, el cual en represalia le retiró los señoríos de Zaragoza y Uncastillo que había heredado de su marido Gastón IV.
Asimismo, donó al Pilar el olifante de su marido, que aún se conserva en la Basílica.