Templo de Zeus Olímpico (Agrigento)

[2]​ El edificio estaba compuesto por siete semicolumnas en su fachada corta y catorce en su lado largo, unidas entre sí por medio de un muro perimetral exterior.

Probablemente se emplazaban en la parte superior del edificio, simulando la postura de sujetar el entablamento.

[1]​ En 1787, Goethe visitó las ruinas del templo y escribió en su diario Viaje a Italia la siguiente descripción: Desde comienzos del siglo XIX, se han llevado a cabo numerosas excavaciones y estudios para reconstruir el aspecto original del templo, hasta las más recientes investigaciones encomendadas al Instituto Arqueológico Alemán entre 2000 y 2006.

[9]​ Diodoro Sículo describe en su obra las dimensiones del templo y la forma en que fue construido:

El conjunto del edificio estaba construido con pequeños bloques de piedra, lo cual hace que sus dimensiones globales sean inciertas.

Estos pequeños sillares eran fáciles de transportar, lo cual contribuyó a la disgregación del templo.

[10]​ Presenta una pseudoperístasis, es decir, una falsa columnata de semicolumnas perimetrales dispuestas a una distancia uniforme y unidas por un muro continuo.

[15]​ Según Diodoro, las columnas «tenían unas acanaladuras que podían fácilmente alojar a un hombre».

Sus dimensiones eran de 54,50 x 17,50 metros y tenía una escalinata que conducía a una plataforma donde se realizaban sacrificios.

[9]​ Al contrario que en otros templos de su época, las columnas exteriores no estaban exentas formando un peristilo independiente, sino que estaban embebidas en un muro continuo, necesario para soportar el inmenso peso del entablamento.

Su posición exacta ha sido objeto de debate arqueológico, pero la creencia general es que se erguían sobre una plataforma rehundida en la parte superior del muro exterior, sujetado con sus manos el peso de la parte superior del templo.

[10]​ Recientes estudios han puesto en relieve un aspecto particular del culto que se practicaría en el templo, proveniente quizás de la época arcaica.

Así, mientras que el orden todavía es dórico, el peristilo abierto es reemplazado por un muro formado por semicolumnas al exterior y pilastras en el interior.

Este edificio supone la aparición por primera vez de la semicolumna en la arquitectura griega monumental.

Sin embargo, el monumento resulta clave para el estudio general de la arquitectura griega que conduciría posteriormente a la época clásica.

Fotografía del templo de Júpiter realizada por Giorgio Sommer hacia 1888. N.º cat.: 8600
Planta del templo B o templo de Zeus Olímpico (Olimpeion).
Reconstrucción hipotética del muro exterior del templo.
Restos de uno de los atlantes en el área del Olimpeion.